En 2014 se aprueba la Directiva 2014/24/UE sobre contratación pública en la que se establece la necesidad de emplear sistemas electrónicos en procesos de contratación de obras, servicios y suministros a partir de septiembre de 2018. En 2015 el Ministerio de Fomento decide que, a partir de 2018, la metodología BIM sea obligatoria en las licitaciones de proyectos de edificación y, a partir de 2019, en las de obra civil. Esta obligatoriedad supone un cambio radical en el desarrollo de proyectos de construcción, así como en su ejecución, y por lo tanto en la gestión de los riesgos laborales asociados a dichos procesos. Afrontar la situación crítica descrita, tratando de buscar alguna solución a ella fue el germen que incitó a los autores a aunar sus líneas de investigación, presentando un proyecto con este fin a la convocatoria de Becas I+D en PRL de 2016 de la Fundación PREVENT, siendo agraciados con una de ellas, fruto de lo cual resulta este trabajo.